Estudios científicos avalan las propiedades del huevo y sus beneficios en distintas áreas de la salud

Salud Visual

El huevo es un alimento funcional ya que posee tres importantes componentes fisiológicamente activos: los carotenoides, la colina y las sustancias antioxidantes (AJNC, 2000. Nutritional and functional roles of eggs in the diet).

Los carotenoides de la yema de huevo se denominan Luteína y Zeaxantina. Éstos actuarían como funcionales ya que los estudios realizados indican que protegerían al ojo de la fototoxicidad ultravioleta. Su consumo se relaciona con la reducción del riesgo de sufrir cataratas y la enfermedad macular relacionada con la edad (EMRE), esta última es causante de ceguera irreversible (J.A.CollegeN; 19: 522-27S).

Se ha demostrado, que la yema de huevo mejora la biodisponibilidad de estos carotenoides y se sabe que una unidad de yema de huevo provee entre 200 y 300 µg de estos nutrientes. (American Society for Nutricional Sciences, J. Nutr. 2004, 134: 187-190)

Obesidad y descenso de peso

Diversos estudios científicos publicados en los últimos años han demostrado que la regulación de la ingesta alimentaria no considera de igual manera a todos los macronutrientes.

Al realizar un plan de alimentación con predominio de alimentos ricos en proteínas, con respecto a los que aportan hidratos de carbono y grasas, se evidencia un incremento en el poder de saciación (control del volumen del alimento ingerido y el tiempo de cada comida). Además, es el nutriente de mayor acción dinámica específica, necesitando más gasto calórico para su metabolismo y utilización.

Un ejemplo de esta jerarquía saciógena, se evidenció en el estudio publicado en el Journal of the American College of Nutrition, donde se estudió el efecto de saciedad provocado por el consumo de huevos en 28 individuos con sobrepeso y obesidad.

Un grupo consumió dos huevos en el desayuno mientras que un segundo grupo consumió un pequeño bagel isocalórico y de igual peso.

Los resultaros obtenidos fueron que consumiendo 2 huevos en el desayuno en lugar de un pequeño bagel, disminuía el hambre y el consumo calórico en el refrigerio de media mañana, y además durante las siguientes 24 horas. Estos resultados sugieren que los huevos juegan un importante rol en la promoción de la pérdida de peso y en la sensación de saciedad.

Journal of the American College of Nutrition, Vol. 24, No 6, 510-515 (2005).

Las dietas con alto contenido proteico benefician la preservación de la masa ósea en dietas de pérdida de peso

Actualmente, la sociedad enfrenta una grave crisis de obesidad. Casi la mitad de los Estados Unidos tiene una prevalencia de obesidad superior al 30%. Esta omnipresencia de la obesidad ha llevado a un aumento dramático en enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo II, lo que finalmente ha disminuido la calidad y la esperanza de vida. Una solución a este problema es la pérdida de peso. Incluso una reducción de peso del 5% puede mejorar la concentración de lípidos y glucosa en sangre, mientras que disminuye el riesgo de mortalidad por todas las causas.

Sin embargo, la pérdida de masa corporal sin considerar los cambios en la composición corporal es irresponsable. La pérdida de peso puede disminuir la masa ósea que podría, a su vez, aumentar el riesgo de osteoporosis y la fractura del esqueleto.

El hueso es un órgano metabólicamente activo que cumple muchas funciones para el cuerpo, incluyendo el soporte mecánico y la protección de los órganos vitales, los cuales están fuertemente influenciadas por la masa ósea. La densidad mineral ósea (DMO) es una medida clínica de masa ósea y está estrechamente ligada a la masa corporal total. Muchos factores contribuyen a esta relación, sin embargo, es la carga mecánica en el hueso través de la masa corporal y la masa magra en particular, que inducen la formación de hueso. La pérdida de DMO es particularmente perjudicial en adultos con sobrepeso u obesidad que tienen inherentemente una menor masa ósea y magra.

Con el fin de reducir las complicaciones negativas de la pérdida de peso, existen estrategias dietéticas que permiten preservar la masa ósea como la masa magra. La dieta debe ser de moderado contenido en proteínas (entre 1 a 1,2 grs de proteínas/kg/día o 22% al 29% de la energía total consumida) o de alto contenido (más de 1,2 grs de proteína/kg/día o más del 30% de la energía total consumida). Estas dietas de pérdida de peso han demostrado afectar beneficiosamente los tejidos blandos por la disminución de la masa grasa preferentemente, preservando la masa magra.

Los investigadores demostraron que una dieta de pérdida de peso con alto contenido proteico (1,4 grs de proteína/kg/día) durante un año mantiene la DMO corporal total en adultos de mediana edad (entre 45 a 48 años) con obesidad en comparación con una dieta de contenido normal en proteínas (0,8 grs de proteína/kg/día). Además, después de un estudio de un año en mujeres post menopáusicas de entre 54 y 62 años de edad con diagnóstico de obesidad este tipo de dieta demostró atenuar la disminución de la DMO y mostró menores marcadores de resorción ósea.

La evidencia reciente sugiere que las dietas de pérdida de peso con alto contenido de proteínas podrían ayudar a preservar la masa ósea durante la pérdida de peso y prevenir el aumento del riesgo de osteoporosis y fractura ósea. El aumento del consumo de alimentos ricos en proteínas, tales como huevos, carnes magras, lácteos bajos en grasa proporcionan una buena fuente proteica y sustancias bioactivas potencialmente beneficiosas para el hueso.

Wright C. Egg Nutrition Center, “Unintended Consequences of Weight Loss: A Researcher Weighs In”. Sep, 2016

Un desayuno rico en proteínas reduce el hambre en los niños con normopeso y sobrepeso

Investigadores de la Universidad de Arkansas comenzaron a estudiar cómo se relaciona el peso con los efectos fisiológicos de desayunos con alto contenido en carbohidratos y en proteínas entre los niños en edad escolar. En los EE.UU el 32% de los niños presenta sobrepeso y 17% obesidad. Esta última es un problema importante de salud pública que aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2, hipertensión y dislipidemia. Es por eso que los investigadores se encuentran trabajando para descubrir maneras de abordar la problemática.
Se llevó a cabo un estudio donde se compararon los efectos de un desayuno a base de proteínas con un desayuno a base de carbohidratos sobre el metabolismo postprandial de energía, la oxidación de sustratos, el hambre y la ingesta de alimentos en el almuerzo en 16 chicos con peso normal y 13 con sobrepeso u obesidad de entre 8 y 12 años de edad.

A un grupo de estudiantes se les administró un desayuno rico en proteínas que estaba compuesto de 1 huevo entero y 2 claras, 5 grs de manteca, 118 ml de jugo de naranja y 2 rebanadas de pan blanco, este aportaba un total de 344 kcal de las cuales el 21% estaba constituida por proteínas, el 52% por carbohidratos y el 27% por grasas. El desayuno rico en carbohidratos contenía 1 waffle, 10 grs de manteca, 30 ml de dulce de arce y 118 ml de jugo de naranja con un total de 327 kcal de las cuales el 4% fueron proteínas, 67% carbohidratos y 29% grasas. El gasto energético, la oxidación de sustratos, el apetito y la glucosa en sangre se midieron luego de que los participantes hayan tomado una comida buffet que se les proporcionó.

Los resultados arrojaron que un 14% de los participantes refirió haber disminuido el hambre, un 32% aumentó su plenitud, un 30% disminuyó su deseo de comer y la disminución de consumo de alimentos a lo largo del día disminuyó en un 10% luego de la ingesta del desayuno rico en proteínas, en comparación con el alto en carbohidratos, independientemente del peso corporal.

El desayuno rico en proteínas también logró controlar de manera más eficaz el apetito y la saciedad en comparación con el desayuno rico en carbohidratos. Además, los niños con sobrepeso que consumieron el desayuno rico en proteínas tuvieron un gasto energético postprandial significativamente mayor que los niños de peso normal que consumieron el otro tipo de desayuno.

La oxidación de grasas fue mayor en un 16% y la de carbohidratos en un 32% luego del consumo del desayuno rico en proteínas, independientemente del peso de los niños. La glucosa sanguínea no arrojó modificaciones en cuanto al tipo de desayuno o el peso corporal de los estudiantes.
No hubo un efecto significativo entre el tipo de desayuno y la ingesta de energía en el almuerzo, ya sea dentro de los grupos de niños de peso normal o con sobrepeso. Sin embargo, el grupo con sobrepeso arrojó una ingesta mayor de energía en el almuerzo independientemente del tipo de desayuno consumido, que el grupo de peso normal.

Los autores concluyeron que un desayuno alto en proteínas en comparación con uno rico en carbohidratos disminuyó el hambre y aumentó la saciedad postprandial en los niños con normopeso y con sobrepeso. Además aumentó el gasto energético postprandial y la oxidación de sustratos, especialmente en los niños con sobrepeso. En conjunto esto podría conducir a la reducción de peso con el tiempo.

Baum J, Gray M, Binns A. “Higher Protein Breakfast Reduces Hunger in Kids”. Egg Nutrititon Center, 2016.

Desnutrición

El huevo contribuye a cubrir las recomendaciones de nutrientes deficitarios

El 7 de enero el año 2016 el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) publicó conjuntamente las directrices dietéticas 2015-2020 para los Estadounidenses (DGA). Estas directrices se actualizan cada cinco años desde 1980 y proporcionan una guía para los profesionales de la salud y los legisladores sobre lo que constituye un modelo de dieta saludable, contrasta directrices, alimentación y actividad física con comportamientos reales actuales, y esboza una visión para la prevención de enfermedades crónicas.

Entre los nutrientes de interés se incluyen aquellos con un consumo por debajo de la ingesta dietética de referencia, incluyendo el Estimación de las Necesidades Promedio (EAR) o consumos adecuados (AI); y aquellos con un consumo por encima de la máxima tolerable.

Los nutrientes de interés según lo observado por las Guías Alimentarias Consejo Asesor (DGAC) plantean la salud pública de riesgo. El consumo fue identificado en la Encuesta Nacional de Salud y Alimentación (NHANES) donde el propósito de identificar los nutrientes de bajo consumo y de consumo excesivo fue reducir el riesgo de enfermedades crónicas y ayudar a satisfacer las necesidades individuales de nutrientes entre la población.

Con aproximadamente el 17% de los niños estadounidenses (de entre 2-19 años de edad) y 35% de los adultos estadounidenses clasificados como obesos, puede ser difícil de imaginar la idea de «desnutrición». Sin embargo, hay nutrientes que se consumen por debajo de las recomendaciones, entre estos se incluyen el calcio, magnesio, potasio, colina, fibra dietética, y vitaminas A, D, E, y C.

El hierro a menudo presenta un consumo deficitario, que es predisponente en las mujeres en los años adolescentes, durante el embarazo, o premenopausia. La DGAC sugiere que la desnutrición de los nutrientes mencionados en primer lugar se produce en el contexto de un patrón de dieta pobre en general con la ingesta limitada en particular de frutas, verduras, granos y lácteos. De esta manera, gran parte de la población, se encuentra sobrealimentados pero desnutridos. Entre los nutrientes que preocupan por su consumo excesivo están las grasas saturadas y el sodio. Se recomienda que las grasas saturadas sean reducidas y reemplazadas por grasas mono y poliinsaturadas para reducir los lípidos en sangre y el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Para ello se pueden incluir aceites vegetales en crudo para los platos, el uso de frutos secos y semillas, la incorporación de los pescados grasos, y elegir carnes magras, aves de corral, y productos lácteos bajos en grasa. Los alimentos con alto contenido de sodio y alimentos ya preparados pueden ser reemplazados con opciones de sodio inferiores y reducir la sal agregada durante la cocción para reducir el riesgo de hipertensión y enfermedad cardiovascular.

En la última DGA se hace hincapié en hacer un cambio global en la dieta consumiendo más alimentos saludables y ricos en nutrientes. En este contexto los huevos son una fuente inagotable de nutrientes, además proporcionan proteínas de alta calidad y micronutrientes que normalmente son deficitarios en la alimentación.

Un huevo duro aporta el 27% y el 35% de colina de los requerimientos de hombres y mujeres, respectivamente; 8% y 11% de vitamina A necesita para hombres y mujeres, respectivamente; 7% de las necesidades de hierro femeninos; 7% de las necesidades de vitamina D; y 4% de vitamina E, además de aportar magnesio, zinc, calcio y potasio.

En lo que se refiere a las proteínas un huevo duro proporciona el 10% de las necesidades mínimas de hombres y mujeres, siendo especialmente importante en los adultos mayores donde puede haber déficits.

Cada huevo contiene 1,6 gramos de grasa saturada y por lo tanto es una proteína magra, por definición, con un bajo aporte de sodio (71 mg por huevo)

Los huevos pueden recomendarse con confianza como una excelente fuente de proteína magra y un proveedor de varios micronutrientes deficitarios sin la contribución significativa de nutrientes perjudiciales.

La DGAC informa que aproximadamente 117 millones de adultos en los EE.UU., casi la mitad de la población adulta, tiene una o más enfermedades crónicas prevenibles, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, y el sobrepeso o la obesidad relacionada con la mala calidad de la dieta y la falta de una adecuada actividad física. Los profesionales de la salud pueden fomentar patrones saludables de alimentación, con dietas que incluyan variedad de frutas, verduras, granos, proteínas magras y productos lácteos, bajos o sin grasas o fortificada en leche de soja, para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la adecuación nutricional.

Los profesionales de la salud deben asistir a los pacientes en el cumplimiento de la ingesta de los nutrientes deficitarios cuando la dieta carece de ellos.

Mattinson S. “Filling the gaps on nutrients of concern”, Egg Nutrititon Center, 2016.

Salud Cardiovascular

El colesterol es un esteroide fundamental para el normal crecimiento y funcionamiento del organismo, ya que esta sustancia es precursor de vitamina D, corticosteroides, hormonas sexuales, ácidos biliares y además forma parte del sistema nervioso.

El principal responsable del aumento del colesterol sanguíneo son las grasas saturadas. El colesterol aportado por la dieta (400 mg/dia en promedio) solo influye sobre el colesterol sanguíneo en un 22%, el 78% restante corresponde a la biosíntesis endógena de colesterol (850 mg/d).

En 1999 el Journal of the American Medical Association publicó una de las investigaciones más relevantes realizadas hasta el momento en materia de consumo de huevo y su implicancia en el colesterol sanguíneo. La misma fue llevada a cabo por más de 10 años en la Universidad de Harvard, utilizando una muestra de 117.000 sujetos. La conclusión resultó que: “La reducción del consumo de huevo ha sido ampliamente recomendada para disminuir los niveles de colesterol sanguíneo y prevenir la enfermedad cardíaco-vascular pero con este estudio no se hallaron evidencias significativas de una asociación total entre el consumo de huevo y el riesgo de enfermedad cardíaco-vascular o accidente cerebro-vascular ni en hombres ni en mujeres” (JAMA, 1999; 281: 1387-1394. A prospective study of egg consumption and risk of cardiovascular disease in men and women. Frank B. Hu et al.)

Uno de los últimos estudios publicado en el 2005 concluyó que el consumo de 2 huevos diarios no presentó efecto nocivo sobre la función endotelial ni aumentó los niveles de colesterol. (International Journal of Cardiology 2005; 99:65-70).

La yema aporta 4,5 grs. de grasa por unidad. La misma está formada por 1/3 parte de grasas saturadas y 2/3 de grasas mono y poliinsaturadas. Dentro de éstas últimas, el mayor porcentaje pertenece a los ácidos grasos monoinsaturados (oleico de la familia omega 9) los cuales favorecen al descenso del colesterol total y LDL y al aumento del colesterol HDL a nivel sanguíneo. También se ha comprobado que aumenta la concentración de apolipoproteína A-I, a la que se le atribuye un papel antiaterogénico importante. La fracción restante corresponde a los ácidos grasos poliinsaturados (linoleico de la familia omega 6 y alfalinolénico de la familia omega 3), ambos considerados esenciales debido a la incapacidad del organismo de poder sintetizarlos.

El consumo de un huevo por día incrementa la luteína sérica y la concentración de zeaxantina en adultos mayores sin alteración de las concentraciones de lípidos sericos y el colesterol de las lipoproteínas.

La luteína y la zeaxantina se acumulan en el pigmento macular de la retina y fue reportada una asociación entre la reducción de la incidencia de la degeneración macular y el aumento de estos carotenoides en la macula. Una importante fuente de luteína y zaexantina en la dieta americana es la yema de huevo. El objetivo del estudio fue investigar el efecto del consumo de un huevo por día durante 5 semanas en la concentración sérica de luteína, zeaxantina, lípidos, y lipoproteínas en individuos mayores de 60 años de edad. En un estudio cruzado ramdomizado, participaron 33 hombres y mujeres, durante 18 semanas, incluyendo un periodo en que no se consumía huevo y otro periodo de 5 semanas en el que se consumía un huevo por día o substituto de huevo. Se incremento un 26% la luteína sérica y un 38% la zeaxantina con la incorporación de un huevo por día, comparado con la fase anterior al consumo de huevo. La concentración total de colesterol, LDL, HDL, y triglicéridos no fue afectada. Estos resultados indican que en adultos mayores, que consumieron un huevo por día durante 5 semanas se incrementaron la concentración de estos carotenoides sin elevar la concentración de colesterol de las lipoproteínas.

Nutr. 136, October 2006. Elizabeth F. Goodrow, Thomas A. Wilson, Susan Crocker Houde, Rohini Vishwanathan, Patrick A. Scollin, Garry Handelman and Robert J. Nicolosi,*

2 Center for Health and Disease Research, Department of Clinical Laboratory and Nutritional Sciences, 3 Department of Nursing, 4 Department of Community Health and Sustainability, University of Massachusetts Lowell, MA 01854.

Meta-análisis de dosis respuesta sobre estudios científicos de cohorte sobre el consumo de huevo y el riesgo de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.

Objetivo: Investigar y cuantificar el potencial de dosis-respuesta de la asociación entre el consumo de huevo y el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria y el accidente cerebrovascular.

Diseño de dosis-respuesta meta-análisis de estudios de cohorte prospectivos.

Fuentes de datos PubMed y Embase antes de junio de 2012, y las referencias de los correspondientes documentos originales y artículos de revisión.

Los criterios de elegibilidad para la selección de estudios de estudios de cohorte prospectivos con riesgos relativos y los intervalos de confianza del 95% de la enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular durante tres o más categorías de consumo de huevos.

Resultados: Ocho artículos con 17 informes (nueve para la enfermedad cardíaca coronaria, ocho para el accidente cerebrovascular) fueron elegibles para su inclusión en el meta-análisis (3 081 269 años persona y 5.847 casos incidentes de enfermedad cardiaca coronaria, y 4 148 095 años persona y el incidente 7579 casos de accidente cerebrovascular). No hay evidencia de una curva lineal para la asociación entre el consumo de huevo y el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria o accidente cerebrovascular (P = 0,67 y P = 0,27 para la no linealidad, respectivamente). El riesgo relativo de enfermedad coronaria por el consumo de un huevo por día fue de 0,99 (intervalo de confianza 95% 0,85 a 1,15; P = 0,88 para la tendencia lineal) sin heterogeneidad entre los estudios (P = 0,97, I 2 = 0%). Para el accidente cerebrovascular, el riesgo relativo combinado del consumo de un huevo por día fue de 0,91 (0,81 a 1,02; P = 0,10 para la tendencia lineal) sin heterogeneidad entre los estudios (P = 0,46, I 2 = 0%). En un análisis de subgrupos de las poblaciones de diabéticos, el riesgo relativo de enfermedad coronaria comparando el más alto con el más bajo consumo de huevo fue de 1,54 (1,14 a 2,09; P = 0,01). Además, las personas con mayor consumo de huevos tenían un 25% (0,57 a 0,99, P = 0,04) menor riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular hemorrágico.

Conclusiones: el mayor consumo de huevos (hasta un huevo por día) no está asociado con un mayor riesgo de enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular.

Ying Rong, doctoral student, Li Chen, research fellow, Tingting Zhu, research fellow, Yadong Song, research fellow, Miao Yu, research fellow, Zhilei Shan, research fellow, Amanda Sands, doctoral student, Frank B Hu, professor, Liegang Liu, professor.

Revisión de estudios sobre el consumo de huevos y el riesgo cardiovascular

Las enfermedades del sistema cardiovascular (CV) siguen siendo la principal causa de muerte en España, en los de nuestro entorno y más aún en los países denominados emergentes. La mortalidad por esta causa es del 30,8% (Instituto Nacional de Estadística, 2012), seguida de la mortalidad por tumores de cualquier localización con el 27,5%. Afortunadamente, las cifras de mortalidad por enfermedades CV han disminuido ligeramente y aunque muy elevadas, también son favorables respecto a las que presentan otros países europeos (de las más altas, Bulgaria con cerca del 60%). Este descenso parece consecuencia tanto de la mayor eficacia en su diagnóstico y tratamiento como del resultado de las campañas, institucionales o no, de su prevención primaria o secundaria. La prevención primaria de las enfermedades CV se basa de forma casi exclusiva en tres aspectos fundamentales: primero la alimentación, siguiendo un patrón dietético favorable, luego el ejercicio físico apropiado y, por último, el abandono de los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, etc). Una alimentación adecuada puede considerarse el elemento principal que se debe tener en cuenta en la prevención de este tipo de enfermedades. En el caso de los huevos, que deben incluirse en una dieta equilibrada, hasta hace unas décadas solo se recomendaba su consumo de forma ocasional por su alto contenido en colesterol.
Esta idea restrictiva tuvo su origen en la publicación de los resultados del estudio de los Siete Países. Este estudio concluyó con fortuna que “la población de los países en los que la dieta era rica en grasas saturadas presentaba mayor tasa de colesterol en sangre y una mayor morbilidad/mortalidad por enfermedad coronaria”. Esta conclusión se acompañó de una actitud deductiva claramente errónea. Los autores dedujeron que si las grasas saturadas animales eran nocivas, todas debían de serlo, prohibiendo de la dieta a la manteca, los pescados grasos, mariscos y por supuesto, los huevos. Prácticamente de forma simultánea a la publicación de los resultados de este estudio, que fueron aceptados de forma general por la clase médica de la época, se publicó otro estudio realizado por Anistchow en el que se concluía que en humanos, la ingesta abundante de huevos no se acompaña del incremento en el padecimiento de enfermedad coronaria. La controversia ya estaba instalada y en la comunidad científica el interés por este tema fue enorme, realizándose innumerables estudios prospectivos entre los años 1980 y 2000. Los resultados fueron prácticamente unánimes: la ingesta de huevos no aumentaba el riesgo de padecer enfermedad coronaria. Esta duda estaba en la sociedad hasta tal punto que la revista TIME publicó dos portadas dedicadas a este tema en los años 1980 y 1999. Aunque similares, la diferencia desde el punto de vista dietético es demostrativa; en la segunda (1999) se sustituyó la tira de panceta (grasas saturadas) por una de fruta. Este cambio establecía la diferencia entre una mala y una buena noticia. Es por eso que la ingesta de huevos no aumenta el riesgo de padecer enfermedades CV, esta ha sido la conclusión de los estudios más relevantes en este sentido. En el estudio de Howell y cols concluyen que una persona con un colesterol total (CT) de 240 mg/dl y colesterol HDL de 45 mg/dl que añade a su dieta un huevo al día, incrementa el CT en 5 mg/ml y el HDL en 1 mg/dl. La relación LDL/HDL permanece en 3,67 (no varía) y el riesgo de sufrir una enfermedad CV tampoco se altera. Por otro lado, en el estudio de Hu y cols. de la Escuela de Salud Pública de Harvard, se estudió una población de 117.000 personas divididas en cinco grupos (según el nivel de ingesta de huevos: de menos de un huevo/semana a más de un huevo al día), comprobaron que no había relación entre el consumo de huevos y la incidencia de enfermedades CV. Es por eso que se concluye que es improbable que consumir más de un huevo al día tenga efecto sobre el riesgo de sufrir enfermedad coronaria o accidentes vasculares, en hombres o mujeres sanos.
A pesar de las conclusiones de estos estudios, el punto de inflexión en la actitud científica respecto a este tema lo constituyó la publicación de las Dietary Guidelines (Guías Dietarias), Revisión 2000 del American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) ,en esta (y en la siguiente en 2006) se indica que “el colesterol procedente de los huevos no supone un riesgo añadido de padecer enfermedades CV, permitiendo recomendar la toma de un huevo al día en lugar de la recomendación previa de hasta tres huevos a la semana”. Estas conclusiones, que siempre tardan algún tiempo en publicarse, fueron fundamentales para que TIME publicase la portada en 1999. En el estudio de Nakamura y cols. que incluyó 90.735 personas, no se encontró asociación entre el consumo de huevos (hasta siete huevos a la semana) con el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Greene y cols. Indican que el colesterol de la dieta procedente de huevos no aumenta el riesgo de enfermedad coronaria en la población adulta sana.
Todos estos estudios han recomendado, y así se ha venido aceptando, la conveniencia de incluir en la dieta la ingesta de huevos en adultos sanos. Pero a lo largo del pasado año han aparecido estudios en los que se defiende la inocuidad de esta misma práctica en pacientes con enfermedad coronaria. Uno de estos estudios es el recientemente publicado en el American Heart Journal (Revista Americana del Corazón), en este se indica que no se ha encontrado evidencia de efectos adversos en la ingesta diaria de huevos sobre cualquier factor de riesgo cardiaco en adultos con enfermedad arterial coronaria durante un periodo de seis semanas. Como resumen, se puede concluir que, según los conocimientos actuales, la ingesta de huevos (se recomienda hasta un huevo diario) no incrementa el riesgo para padecer enfermedades CV en adultos sanos y no debe privarse a la población general de los beneficios que su ingesta aporta a la salud. Respecto a la recomendación en personas con cardiopatía isquémica, antes de tomar una postura definitiva, se debe ser prudente y esperar a que nuevas evidencias científicas que resuelvan la duda. En cualquier caso, su posible recomendación debe hacerse de forma individualizada.

García A. “Consumo de huevos y riesgo cardiovascular”. Nutrición Hospitalaria, 33 (supl. 4):41-44, 2016.

Meta-análisis sugiere que la ingesta diaria de huevos puede disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular

Un meta análisis reciente publicado en el Revista Americana del Colegio de Nutrición (JACN por sus siglas en inglés) sugiere que la ingesta diaria de huevos no parece estar asociada con un mayor riesgo de enfermedad coronaria y puede contribuir a reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Se realizó una búsqueda bibliográfica exhaustiva de artículos publicados hasta agosto de 2015 para seleccionar los estudios que se ajustan a los criterios del meta análisis.
Aunque los meta análisis sobre la relación de la ingesta de colesterol y el riesgo de enfermedad cardiaca han sido publicados previamente, los autores indicaron que realizaron este estudio para incluir ensayos de cohorte más recientes que no se habían incluido en análisis previos y eran específicos para la ingesta de huevo.
La relación entre la ingesta de colesterol en la dieta y el riesgo de enfermedad cardiaca ha sido muy debatido durante más de medio siglo, aunque una serie de estudios recientes, así como las recomendaciones presentadas por el Colegio Americano de Cardiología, la prevención de enfermedades cardiovasculares en la práctica clínica y el reciente Comité Asesor de Guías Alimentarias de los Estados Unidos de 2015 han indicado que la evidencia no muestra una relación apreciable entre el consumo de colesterol en la dieta y el colesterol sérico y, además, el colesterol no es un nutriente preocupante cuando su consumo es excesivo.
El estudio de JACN parece corroborar estas recomendaciones, y realmente va un paso más en sugerir una posible relación beneficiosa entre la ingesta de huevos y el riesgo de accidente cerebrovascular.
Esta investigación publicada en el JACN demuestra que los huevos tienen un porcentaje de reducción del 12% del riesgo de accidente cerebrovascular, la quinta causa de muerte en los Estados Unidos. Los investigadores informan que el consumo de hasta un huevo por día no tiene asociación con enfermedad coronaria (ECC). Es por eso que las Guías Alimentarias 2015 para los estadounidenses no ponen ningún límite diario en el consumo de colesterol dietético.
Estos hallazgos provienen de una revisión sistemática y meta-análisis de estudios que datan de 1982 a 2015, que evaluaron las relaciones entre la ingesta de huevos y cardiopatía coronaria (total de 276.000 sujetos) y accidente cerebrovascular (total de 308.000 sujetos).
El investigador principal en este estudio, el Dr. Dominik Alexander del Instituto EpidStat, señala que el trabajo es necesario para comprender la conexión entre el consumo de huevos y el riesgo de apoplejía. Sin embargo, teoriza que, «los huevos tienen muchos atributos nutricionales positivos, incluyendo antioxidantes, que han demostrado reducir el estrés oxidativo y la inflamación. También son una excelente fuente de proteínas, que se ha relacionado con la presión arterial más baja”
Un huevo grande cuenta con 6 gramos de proteínas de alta calidad y antioxidantes luteína y zeaxantina, encontrado dentro de la yema de huevo, así como las vitaminas A, D y E.
La investigación de Alexander apoya aún más los cambios en las recientemente publicadas Guías Alimentarias de 2015 para los estadounidenses, donde se han eliminado los límites de colesterol en la dieta, y ahora incluyen el consumo regular de huevos entre las opciones de proteína magra.
También se basa en un meta-análisis de 2015 en el cual se demostró que el colesterol dietético no tiene asociación con enfermedades cardiovasculares. Esta revisión sistemática y meta-análisis subraya la investigación previa, mostrando la falta de una relación entre los huevos y las enfermedades del corazón y ahora sugiere un posible efecto beneficioso de consumir huevos.
No cabe duda de que se están llevando a cabo más estudios de esta naturaleza que se publicarán en los próximos años. La relación dieta/enfermedad sigue siendo un tema de gran interés y gran debate. Sin embargo, los análisis más recientes ponen en duda muchos postulados de larga data de la comunidad médica y otros, y merecen nuestra atención. Este reciente meta-análisis es el último de una serie reciente de ensayos clínicos aleatorios y longitudinales que sugieren que el impacto de la ingesta dietética de colesterol sobre el riesgo de enfermedad cardiaca es pequeño o nulo.

Rains T. “New Meta-Analysis Suggests Daily Egg Intake May Decrease Stroke Risk”. Egg Nutrition Center, Nov 2016.

El colesterol es un esteroide fundamental para el normal crecimiento y funcionamiento del organismo, ya que esta sustancia es precursor de vitamina D, corticosteroides, hormonas sexuales, ácidos biliares y además forma parte del sistema nervioso.

El principal responsable del aumento del colesterol sanguíneo son las grasas saturadas. El colesterol aportado por la dieta (400 mg/dia en promedio) solo influye sobre el colesterol sanguíneo en un 22%, el 78% restante corresponde a la biosíntesis endógena de colesterol (850 mg/d).

En 1999 el Journal of the American Medical Association publicó una de las investigaciones más relevantes realizadas hasta el momento en materia de consumo de huevo y su implicancia en el colesterol sanguíneo. La misma fue llevada a cabo por más de 10 años en la Universidad de Harvard, utilizando una muestra de 117.000 sujetos. La conclusión resultó que: “La reducción del consumo de huevo ha sido ampliamente recomendada para disminuir los niveles de colesterol sanguíneo y prevenir la enfermedad cardíaco-vascular pero con este estudio no se hallaron evidencias significativas de una asociación total entre el consumo de huevo y el riesgo de enfermedad cardíaco-vascular o accidente cerebro-vascular ni en hombres ni en mujeres” (JAMA, 1999; 281: 1387-1394. A prospective study of egg consumption and risk of cardiovascular disease in men and women. Frank B. Hu et al.)

Uno de los últimos estudios publicado en el 2005 concluyó que el consumo de 2 huevos diarios no presentó efecto nocivo sobre la función endotelial ni aumentó los niveles de colesterol. (International Journal of Cardiology 2005; 99:65-70).

 

La yema aporta 4,5 grs. de grasa por unidad. La misma está formada por 1/3 parte de grasas saturadas y 2/3 de grasas mono y poliinsaturadas. Dentro de éstas últimas, el mayor porcentaje pertenece a los ácidos grasos monoinsaturados (oleico de la familia omega 9) los cuales favorecen al descenso del colesterol total y LDL y al aumento del colesterol HDL a nivel sanguíneo. También se ha comprobado que aumenta la concentración de apolipoproteína A-I, a la que se le atribuye un papel antiaterogénico importante. La fracción restante corresponde a los ácidos grasos poliinsaturados (linoleico de la familia omega 6 y alfalinolénico de la familia omega 3), ambos considerados esenciales debido a la incapacidad del organismo de poder sintetizarlos.

Nutrientes del huevo

El rol alimentario y funcional del alimento huevo en la dieta

Durante años, el huevo se ha conocido como un valioso alimento. Esta reputación ha sido debido a la calidad de sus proteínas y a su importante contenido en vitaminas y minerales esenciales. Desafortunadamente su posición en el pedestal de la nutrición descendió con el descubrimiento que también son fuente de colesterol. Afortunadamente las investigaciones científicas recientes vuelven no sólo los huevos a su pasado de oro, sino que elevan su posición como un alimento funcional y proporcionan en última instancia más razones que nunca para consumir huevos. En febrero de 2000, se convocaron a científicos en una conferencia en la isla de Amelia, la Florida, para discutir acerca de la investigación reciente sobre el papel de los huevos en la prevención de enfermedades y en la promoción de la salud. Este suplemento del Diario de la Universidad Americana de la Nutrición (JACN) presenta evidencia científica sobre las cualidades funcionales del alimento huevo, reafirma que los huevos solo tienen un efecto mínimo en el colesterol de la sangre y presentan la nueva investigación sobre la contribución del huevo a la dieta americana. Para los profesionales de salud, esta edición proporciona un nuevo punto de vista científico basado en relación al huevo y su papel en la salud y nutrición, un punto de vista que se debe transmitir a todos los consumidores en un esfuerzo para asegurar la salud y bienestar óptimos.

Recientemente, las investigaciones han demostrado que el huevo provee cantidades significativas de carotenoides que pueden desempeñar un papel en la prevención de enfermedades. Jeffrey Blumberg y colegas han demostrado que el huevo es fuente de carotenoides como luteína y zeaxantina de alta biodisponibilidad. Se ha demostrado que estos compuestos antioxidantes ayudan en la prevención de la degeneración macular, una de las principales causas de la ceguera en los ancianos, y se han asociado a un menor riesgo de aparición de cataratas. Los consumidores todavía pueden no estar enterados que las yemas de huevo son ricas en estos antioxidantes, ni que estos antioxidantes previenen enfermedades potenciales. Otra sustancia poco conocida que se encuentra en el huevo es la colina. La colina es una sustancia que participa en el desarrollo del cerebro y de la memoria en épocas tempranas de la vida. La colina fue mencionada en ediciones anteriores de las recomendaciones dietéticas americanas, pero solo recientemente fueron hechas las recomendaciones dietéticas formales. Esto es debido a que la investigación sobre la colina es algo limitada, y los resultados del estudio todavía no han atraído la atención de periodistas y de reporteros, por tal motivo los consumidores saben poco sobre la colina y los alimentos fuente de la misma. Steven H. Zeisel precisa el potencial de la colina en los huevos y su importancia en las mujeres embarazadas para asegurar el desarrollo normal del cerebro fetal.

Los huevos se pueden clasificar como alimento funcional. Las definiciones de alimentos funcionales han sido aportadas por varias organizaciones. Según el Instituto de los Tecnólogos del Alimento, los alimentos funcionales son aquellos alimentos que proporcionan una ventaja fisiológica adicional más allá del cumplimiento de las necesidades alimentarias básicas. El Instituto Internacional de las Ciencias de la Vida de Norteamérica especifica que los alimentos funcionales tienen componentes fisiológicos activos que les dan sus características de alimentos funcionales. La Asociación Dietética Americana (ADA) define varias categorías de alimentos funcionales, entre ellos, los alimentos naturales sin modificar que poseen componentes fisiológicos activos. Los alimentos naturales que no se han enriquecido ni se han fortificado con los ingredientes funcionales cumplen la definición del ADA. Entre los alimentos citados por ADA como alimentos naturales funcionales están los tomates por su licopeno, el té por sus polifenoles y los productos lácteos fermentados por su contenido en prebióticos. La definición de la ADA reconoce que los alimentos funcionales incluyendo los alimentos naturales y los alimentos fortificados, enriquecidos, o realzados, tienen un efecto potencialmente beneficioso en la salud cuando están consumidos como parte de una dieta variada. Los huevos cumplen con la definición del ADA de alimento funcional: son un alimento natural con componentes activos.

Journal of the American College of Nutrition, Vol. 19, No. 90005, 495S-498S (2000). Published by the American College of Nutrition, Nutritional and Functional Roles of Eggs in the Diet, Elizabeth Applegate, PhD, Department of Nutrition, University of California at Davis, Davis, California.

Las propiedades nutricionales y los beneficios de los huevos

Propósito: El asesoramiento sobre el papel de los huevos en la dieta, ha cambiado varias veces durante las últimas décadas. El propósito de este trabajo es evaluar la evidencia presentada sobre informes publicados entre las asociaciones del consumo de huevo, los nutrientes del mismo y la salud.

Diseño / metodología / enfoque: La literatura científica fue registrada a través de Medline y las palabras clave pertinentes fueron huevos y los nutrientes del huevo. Además, un nuevo análisis secundario de la Dieta Nacional del Reino Unido y la Encuesta de nutrición (NDNS), se llevó a cabo para examinar las diferencias nutricionales y de salud entre los consumidores y no consumidores de huevos.

Conclusiones: Los huevos son una fuente rica de proteínas y varios nutrientes esenciales, particularmente la vitamina D, vitamina B12, selenio y colina. La evidencia emergente sugiere que los huevos se asocian con mayor saciedad, control de peso y una mejor calidad de la dieta. Además, los antioxidantes que se encuentran en la yema de huevo pueden ayudar a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad. El análisis secundario mostró que los consumidores habituales de huevo, con una ingesta de carne roja procesada (RPM) consumen dietas más saludables y tienen un mejor estado de micronutrientes de los que no comen huevos, y tienen una ingesta alta de carne procesada (RPM). Se concluyó que el consumo de huevos, en un rango de consumo, se asoció con beneficios para la nutrición y la salud.

Limitaciones de Investigación / implicaciones: Más investigación sobre los huevos y los nutrientes del mismo, son necesarias para confirmar los beneficios para la salud. Los estudios futuros deben controlar la dieta y otros factores del estilo de vida.

La originalidad y valor: En este trabajo se desarrolla el conocimiento sobre el consumo de huevos más allá del contenido de colesterol y proporciona nueva evidencia de un análisis secundario de una gran base de datos de la dieta nacional.

Palabras claves: Dieta, Productos Alimenticios, Productos Cárnicos, Vitaminas, Reino Unido.

Tipo de trabajo: Revisión general.

Nutrition & Food Science, Vol. 40 No. 3, 2010, pp. 263-279.

Autores: H.S. Ruxton, Nutrition Communications, Cupar, UK. Derbyshire, Manchester Metropolitan University, Manchester, UK. Gibson Sig-Nurture Ltd, Guildford, UK.

Recomendaciones del uso de huevo en las dietas

Introducción

Los huevos son un alimento de consumo diario en el Reino Unido consumidos por un 70% de adultos y un 45% de niños. El consumo semanal en niños es de 2 huevos, en mujeres es de 2 a 3 y de 4 para los hombres (Gregory et al 2000, Henderson et al 2002). Los huevos son ricos en una serie de vitaminas y minerales, sin embargo el interés se ha centrado en el contenido de colesterol de la yema de huevo, lo que resulta en el asesoramiento sobre la limitación de los huevos en la dieta.

Las recomendaciones han sido actualizadas por organismos como la Fundación del Corazón (BHF) de Gran Bretaña, para reflejar las nuevas pruebas sobre la falta de asociación entre el consumo de huevo y la enfermedad cardiovascular (CVD) (Gray and Griffin 2009).

Los nutrientes encontrados en los huevos han sido presentados para justificar su inclusión dentro de una dieta saludable, especialmente en relación con el control de peso y la salud ocular. Estos estudios se describen más adelante. Sin embargo, según ha confirmado un nuevo análisis secundario de la encuesta nacional de nutrición en adultos, la ingesta nutricional de huevos es mayor cuando se consumen dentro de un ambiente sano, una dieta baja en grasa y no como parte de un alimento patrón frito. Este artículo hace referencia a estudios publicados y un nuevo análisis secundario de la Encuesta Nacional de Nutrición (NDNS) para explorar el papel de los huevos en una dieta saludable. Los aspectos de inocuidad del consumo de huevo también se discuten de acuerdo a los grupos vulnerables de pacientes.

NS543 Ruxton C (2010) Recommendations for the use of eggs in the diet. Nursing Standard.
24, 37, 47-55. Date of acceptance: April 1 2010.

Autor: Carrie Ruxton, Cupar Scotland.

Luteína y zeaxantina

Son carotenoides pertenecientes al grupo de las xantófilas. Es un pigmento de color amarillo, liposoluble y se encuentra en plantas, algas y bacterias fotosintéticas. Se utiliza como aditivo en el tratamiento comercial de los alimentos. Se encuentran principalmente en las verduras de hoja verde y en la yema de huevo. Además están distribuidas por los tejidos y son carotenoides principales del cristalino y de la región macular de la retina.

Propiedades

Estos carotenoides liposolubles que los animales no pueden producir de manera que la única fuente de la que podemos obtenerlos es a través de la dieta, median te la ingesta de alimentos que la contengan o mediante suplementos dietéticos. Estos compuestos se encuentran en la macula ocular a la cual le proporcionan su coloración amarillenta. Algunos estudios observacionales han demostrado que estas xantofilas podrían ayudar a reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y en particular, los de mama y pulmón. Los estudios que se están realizando en la actualidad sugieren que la luteína y la Zeaxantina podrían contribuir a prevenir cardiopatías o accidentes cerebrovasculares.

Estudios epidemiológicos relacionan los niveles de ambas xantofilas que se asocian con un aumento en el riesgo de infarto de miocardio en individuos fumadores, pero no con los no fumadores. Otro trabajo demostró que los pacientes con fallo cardiaco severo presentan niveles bajos de luteína plasmática y elevados niveles de peroxidación lipídica comparados con pacientes que sufren enfermedades menos severas.

Funciones

Las xantofilas se acumulan en diversos órganos; particularmente en la retina se concentran formando el pigmento macular, con funciones protectoras. La luteína y la Zeaxantina se han identificado en las membranas de los segmentos externos de los fotorreceptores, donde existe una elevada concentración de ácidos poliinsaturados fácilmente oxidables, de aquí la hipótesis de su función antioxidante.

La carencia de estos pigmentos se los relaciona con la reducción de la degeneración de la mácula ocular, teniendo como efecto una mejor visión y evita la progresión de las cataratas. Ambos pigmentos parecen también proteger al organismo contra la aparición de ciertas formas de cáncer. Los estudios epidemiológicos han demostrado una relación inversamente proporcional entre la ingesta o el nivel de xantofilas y la aparición de cataratas o de la degeneración macular relacionada con la edad indican que estos compuestos pueden desempeñar un papel protector en el ojo.

Fuentes

Estos carotenoides se encuentran presentes en grandes cantidades de alimentos vegetales, sobre todo en vegetales de hojas verdes como las coles o las espinacas, y en menor medida en el maíz y naranja. Se encuentran en concentraciones elevadas en la yema de huevo, siendo esta la única fuente de origen animal de luteína y Zeaxantina, además de constituir una matriz lipídica que optimiza la biodisponibilidad de dichas sustancias. Estos pigmentos también se pueden encontrar en vegetales de hojas verdes y también en maíz, naranja y en el huevo.

Colina: el nuevo nutriente esencial

PhD Donald McNamara
En 1998 la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos reconoció a la colina como un nutriente esencial y estableció las recomendaciones dietarias. Desde entonces, muchos organismos de promoción de la salud han establecido recomendaciones dietarias para la ingesta de colina. Las investigaciones han demostrado que la colina es necesaria para el normal funcionamiento de las células y es importante para el hígado, cerebro, funciones nerviosas, funciones de la memoria y para el transporte de nutrientes por el cuerpo. Es sabido que el cuerpo puede producir colina, sin embargo, es esencial incluir colina a través de los alimentos ya que se ha demostrado en un estudio realizado con hombres que presentaban niveles normales de folatos y vitamina B12 pero consumían una dieta deficiente en colina, desarrollaron daño hepático. La recomendación de colina es de 550mg/ 70 Kg de peso, con un ajuste en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Las principales fuentes de colina son carnes, hígado de pollo, yema de huevo, pollo, leche, coliflor, tofu y germen de trigo. Durante los últimos 12 años un gran número de estudios han documentado la importancia de este nuevo nutriente esencial para la salud.

Colina en el desarrollo intrauterino y post natal: El embarazo y lactancia son momentos que demandan un requerimiento extra de colina. Grandes cantidades de colina son llevadas al feto a través de la placenta y de la leche materna. Recientemente se demostró que la colina juega un rol muy importante en el desarrollo infantil y trabaja en conjunto con el acido fólico en el desarrollo del sistema nervioso durante el embarazo.

  • Prevención de defectos en el nacimiento: Las mujeres con dietas deficientes en colina tienen cuatro veces mas riesgo que sus hijos tengan defectos en su tubo neural. Este incremento del riesgo se produce incluso cuando otros nutrientes que ayudan a prevenir defectos de nacimiento, como es el caso del ácido fólico, son adecuados en la dieta.
  • Mejora la memoria:Las investigaciones indican que la colina cumple un papel importante en el desarrollo cerebral de los niños. Al parecer la colina afecta las áreas del cerebro responsables de la función de la memoria y de la capacidad de aprendizaje de por vida.
  • Suplementación de colina para las madres:El consumo de colina recomendado para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia es superior al de las mujeres adultas porque los altos niveles de colina se transfieren de madres a bebes durante el embarazo y la lactancia. Esto puede deplecionar los niveles de colina en la madre, particularmente si la ingesta de colina ha sido baja, pudiendo ocasionar problemas para su salud.
  • Colina y Cáncer de mama:la investigación indica que el mayor consumo de huevos ricos en colina durante la adolescencia fue inversamente asociado a bajos niveles de cáncer de mama en mujeres adultas. Dos estudios recientes han informado que ingestas altas de colina son asociadas con un bajo riesgo de cáncer y baja incidencia de mortalidad.
  • Se ha descubierto en la colina una función antiinflamatoria, de esta manera contribuye a reducir la inflamación crónica. Hoy en día se reconoce que un alto grado de inflamación es la llave para la ateroesclerosis o el riesgo de enfermedades coronarias, especialmente la inflamación del endotelio. En la aterosclerosis, como en otras patologías que implican una respuesta inflamatoria, las citocinas aumentan las concentraciones sanguíneas de reactantes de fase aguda (marcadores de inflamación activa) como el fibrinógeno o la proteína C reactiva. Los estudios han indicado que dietas ricas en colina resultan en bajos niveles de varios marcadores inflamatorios. Además cantidad suficientes de colina en sangre evitan la acumulación de homocisteína. La homocisteína es un compuesto nocivo que está asociado también con las enfermedades cardiovasculares. Los niveles elevados de homocisteína en sangre pueden dañar el tejido que reviste las arterias.

Niveles de ingesta de colina: Mientras las investigaciones han documentado la importancia de la colina en la dieta en la promoción de la salud y en la prevención de enfermedades, las estadísticas indican que menos de un 10% de los adultos, incluyendo las mujeres embarazadas, actualmente no cubren las recomendaciones de colina.

Como cubrir las recomendaciones de colina

Parte de colina la sintetiza nuestro propio organismo, aunque estas cantidades no llegan a cubrir las recomendaciones. Por tanto los seres humanos pueden obtener mayor cantidad de colina a través de las fuentes alimenticias.

Consumiendo 2 huevos al día se logra cubrir más de la mitad de la ingesta adecuada de una mujer embarazada para la colina.

Alimentos fuente de colina

Para mantener una alimentación sana y equilibrada es necesario incluir alimentos de todos los grupos de alimentos de la gráfica de la alimentación saludable.

Son especialmente alimentos ricos en colina el hígado de res, hígado de pollo, los huevos y germen de trigo son considerados una excelente fuente de colina.

Para considerar a un alimento fuente de colina, éste debe contener al menos 110 mg de colina por porción.

Salud Ósea

La cáscara de huevo está compuesta por un gran porcentaje de Carbonato de Calcio (94 %) como componente estructural, con pequeñas cantidades de Carbonato de Magnesio, Fosfato de Calcio y demás materiales orgánicos incluyendo proteínas.

Un estudio japonés confirma que el calcio contenido en la cáscara de huevo es el más efectivo en el incremento de la densidad de la mineralización ósea. Estos resultados sugieren que el calcio de la cáscara de huevo puede ser beneficioso para el hueso y proponen la fortificación de alimentos con el agregado de éste como nutracéutico Clin Calcium. 2005 Jan Contenido de Calcio del Huevo de Gallina. ; 15(1):95-100. Masuda Y. R&D Division, Q.P. Corporation, Japan.

Estudios clínicos en mujeres postmenopáusicas y en mujeres con osteoporosis senil, demostraron que la cáscara de huevo en polvo reduce el dolor y la resorción ósea a su vez que aumenta la movilidad y la densidad ósea y además detiene la pérdida de hueso. La biodisponibilidad de calcio proveniente de esta fuente, testeado en cerdos, fue similar o mejor que la encontrada en otros alimentos con alto grado de carbonato de calcio puro. Estos estudios concluyeron que la cáscara de huevo en polvo tiene un efecto positivo sobre el hueso y el cartílago y que es conveniente su uso en la prevención y tratamiento de la osteoporosis. Int J Clin Pharmacol Res. 2003;23(2-3):83-92. El Calcio de la cáscara de huevo en el tratamiento de la osteoporosis.

Huevo y Defensas

Los anticuerpos de la yema del huevo de gallina (IgY) se usan cada vez más debido a que no es necesario sangrar al ave para obtenerlos. Además de los aspectos referentes al bienestar animal, la cantidad de anticuerpos producida por una gallina es mucho mayor.

Se ha demostrado la utilización beneficiosa de la IgY en la:

  • Prevención de caries (XVII Congreso Latinoamericano de Microbiología. X Congreso Argentino de Microbiología. Centro Cultural General San Martín, Buenos Aires. 2004. Inhibición de la adherencia de Streptococcus Mutans por anticuerpos específicos. Pérez Lozano S, Chacana PA, Terzolo HR).
  • Prevención y la terapia de la ulcera gástrica (J. Biochem. Biol. 2002. 35:488-493. Acid stability of anti Helicobacter pylori IgY in aqueous polyol solution. Lee KA, Chang SK, Lee Yj, Koo NS)
  • Neutralización de la toxina B del Staphylococcus Aureus (Infect. 2002. 70:2278-2281. Protection against bacterial staphylococco enterotoxin B by passive vaccination Le Claire RD, Hunt RE, Bavari S)
  • Prevención del rotavirus (Immunol. Res. 2000. 21:1-6. Peroral immunotherapy with yola antibodies for the prevention and treatment of enteric infections. Carlander D, Kollberg H, Wejaker P-E, Larson A.)
  • Prevención a la inflamación intestinal (Digest. Sci. 2002. 45:2298-2305. Oral Administration of avian tumor necrosis factor antibodies effectively treatsexperimental colitis in rats. Worledge KL, Godiska R, Barrett TA, Kink JA.)
  • Producción contra el veneno de serpientes (Biotechnol. 8:934-938. Rattlensake and scorpion antiveroma from the egg yolas of immunized hens. Thalley, BS, Caroll SB.)
  • Enfermedad celíaca (Rev. Arg. Microbiol. 1998. 30:84-92. Aglutinación de Ig de yema de huevo de gallina contra salmonella entérica serovariedad enteriditis (IgY). Terzolo HR, Sandoval VE, Caffer MI, Terragno R, Alcain A)
Deporte

Las personas que practican deporte tienen aumentados los requerimientos diarios de nutrientes, principalmente de hidratos de carbono, proteínas, vitaminas y minerales, causado por el desgaste que sufre su cuerpo durante la actividad física.

El huevo al ser fuente de proteínas completas de alto valor biológico y de la mejor calidad es un alimento imprescindible en esta población. Según las recomendaciones proteicas, un deportista debe consumir hasta 2,4 g/kg/día dependiendo del tipo de actividad física que realice.

Un huevo aporta 6,25 g. de proteínas, contiene los 9 aminoácidos esenciales y un valor biológico de 93.7. Luego de la proteína de la leche materna, la proteína del huevo es la que mejor aprovecha nuestro organismo.

Además, contiene todas las vitaminas y minerales (niacina, riboflavina, vitamina A, vitamina E, tiamina, hierro, magnesio, potasio, selenio, zinc, entre otros) a excepción de la vitamina C.

La FAO afirma que los huevos son uno de los alimentos más nutritivos de la naturaleza (http://www.fao.org/ag/againfo/subjects/es/eggs.html).

Alegria

La alergia alimentaria, se define como la respuesta inmune exagerada que puede llegar a desencadenarse por el consumo de huevos, maní, leche o algún otro alimento específico.

Investigadores de la Universidad de Duke de Carolina del Sur y de la Universidad de Arkansas, de los Estados Unidos, realizaron un estudio piloto donde desarrollaron una nueva terapia para las alergias alimentarias, basada en el consumo de cantidades mínimas y en incrementos progresivos de huevo en polvo en niños que presentaban alergia a este alimento.

Con el paso del tiempo, los niños mostraron una mayor tolerancia a los huevos y una menor gravedad de los síntomas propios de la alergia. Al final del periodo de seguimiento, la mayoría toleraba dos huevos revueltos sin presentar reacción alguna. Journal of Allergy and Clinical Immunology, January 2007, Volume 119, Issue 1, Pages 199-205. Egg oral immunotherapy in nonanaphylactic children with egg allergy. Buchanan AD, Green TD, Jones SM, Scurlock AM, Christie L, Althage KA, Steele PH, Pons L, Helm RM, Lee LA, Burks AW.